viernes, 18 de febrero de 2011

SEGUNDO CONGRESO CONTINENTAL LATINOAMERICANO DE VOCACIONES EN COSTA RICA, FEBRERO 2011. PRESENCIA DE LOS INSTITUTOS SECULARES

INSTITUTOS  SECULARES PRESENTESlogosintextologosintexto

II  CONGRESO CONTINENTAL LATINOAMERICANO DE VOCACIONES

El  Consejo Ejecutivo de la CISAL, representantes de las Conferencias, Federaciones, Juntas y los todos los miembros representantes de 16 países de América Latina y el Caribe, agradecemos al Señor y al Dpto. de Vocaciones y Ministerios del CELAM, por participar en este  II CONGRESO CONTINENTAL LATINOAMERICANO DE VOCACIONES, realizado en Costa Rica del 31 Enero al 05 Febrero 2011.

 

El objetivo ha sido de “Fortalecer la cultura vocacional para que los bautizados asuman su llamado de ser discípulos y misioneros de Cristo en las circunstancias actuales de América Latina y el Caribe”

 

Al inicio del 1er día de actividades en la Eucarístia presidida por el Cardenal Monseñor Julio Terrazas Sandoval. Arzobispo de Santa Crus de la Sierra de Bolivia recalcó, que somos “una multitud que quiere, no solo seguir al Señor, sino buscar seguidores que respondan a los desafíos de nuestros tiempos”. Señalo igualmente que hay muchas circunstancias que están amenazando al continente y que esto debe preocuparnos ya que nuestra misión ha de cumplirse en medio de estos mismos desafíos.

El prelado invitó a “echar una mirada, a la multitud de hermanos y hermanas, santos y testigos valientes que han dado su vida en nuestros continente; santos y testigos de toda América Latina, de todos los grupos y comunidades, ordenados, consagrados y laicos”, instando a “captar lo que significa acercar el reino de los cielos a nuestros reinos terrenales para que brote la semilla de la justicia y del amor”

 

En cuanto a la Pastoral Vocacional en el Continente Americano, el Señor Cardenal detalló que: “este congreso siente la necesidad de sacudir la rutina que ha envuelto la pastoral vocacional” Además puntualizó en la necesaria renovación de manera que el ejemplo sea el que arrastre “aún más que nuestras planificaciones pastorales…echar las redes es un trabajo que hemos estado haciendo, quizá conformas no muy actualizadas”. Por ello será necesaria saber cuál es la red que se utiliza, y ver si “esa red es capaz de resistir tantas tendencias contrarias al llamado del Señor.


 

“LA VOCACION DE LOS INSTITUTOS SECULARES HOY”

 

El viernes 04 Febrero, CISAL se hizo presente en el Taller No. 20, María Cecilia Comuzzi y María Crisitiana Ventura guiaron una hora de oración a través de la Lectura Orante de la Palabra.  Seguidamente Lucy Flores, presento en el Taller dirigido a 20 Congresistas la “”Vocación de los Institutos Seculares Hoy”.

 

 

PARTICIPANTE

 

CONFERENCIA

FEDERACION

JUNTA

 

PAIS

 

INSTITUTO  SECULAR

 

Lucy Flores 

 

CISAL

 

PERU

Misioneras de María Reina de los Corazones

María Cecilia Comuzzi

CISAL

ARGENTINA

Misioneras Apostólica de la Caridad

María Cristina Ventura

CISAL

MEXICO

Legionarias de María Inmaculada

Graciela Liliana Magaldi

JISA

ARGENTINA

Compañía Misionera del Sagrado Corazón

Helena Paludo

CNIS

BRASIL

Franciscano  Seara

Juany Monsalve

CONIS

CHILE

Voluntarias de Don Bosco

Fabiola Bautista

FECIS

COLOMBIA

Misioneras de María Reina de los

Corazones

Maria Piedad Paredes

CEIS

ECUADOR

Perpetuo Socorro

Luz María Navarrete

CEIS

ECUADOR

Nuestra Señora de Fatima

Carmen Franco Andaluz

CEIS

ECUADOR

Misioneras Combobianas

Ana María Quiles

COMIS

MEXICO

Heraldos de Jesús

Marcos Ccoriñaupa

FECIS

PERU

Voluntarios con Don Bosco

Lidia Hernández

COPIS

PUERTO RICO

Misioneras Sagrada Familia

Doris Janet Roque Juliá

COPIS

PUERTO RICO

Nuestra Señora de la Altagracia

Juana Milagros Tejada

CONDIS

REP.DOMINICANA

Nuestra Señora de la Altagracia

Farida Sánchez Jimenez

CONDIS

REP.DOMINICANA

Nuestra Señora de la Altagracia

Santa Jara Corniel

CONDIS

REP.DOMINICANA

Nuestra Señora de la Altagracia

Alma Pagliuca

CISU

URUGUAY

Filiación Cordimariana

Beatriz Brites

CISU

URUGUAY

Hijas de la Natividad de Maria

Rutila Hernandez M.

 

GUATEMALA

San Bonifacio

Cristina Miranda

 

EL SALVADOR

Oblatas del Corazón de Jesús

Helena Chicas Medinilla

 

EL SALVADOR

Voluntarias de Don Bosco

Gladys Samaniego M.

 

PANAMA

Voluntarias de Don Bosco

Toribia Cedeño

 

PANAMA

Santa Familia Paulina

Marcia Vargas Moreno

 

PANAMA

Voluntarias de Don Bosco

 

 

HOMILÍA - MISA INAUGURAL

II CONGRESO CONTINENTAL LATINOAMERICANO DE VOCACIONES

 MONSEÑOR

GUIDO PLANTE, OBISPO-DIÓCESIS DE CHOLUTECA, HONDURAS, Y

REPONSABLE DE LA SECCIÓN PASTORAL VOCACIONAL DEL CELAM

31 de Enero del 2011, Catedral de Cartago, Costa Rica

 

 

Hermanas y hermanos:

 

Estas dos lecturas que acabamos de  escuchar nos ofrecen los rasgos de una pastoral vocacional completa que involucra la Santísima Trinidad.  Hay como tres rasgos más importantes.

 

El primer rasgo es el rol de Dios Padre que aparece como fundamental;  cuando Jesús dice:  “El Padre es más que yo”, cuando Jesús dice también:  “la Palabra que estáis oyendo no es mía, es la del Padre que me envió”.  Y en el Evangelio hemos escuchado estas palabras profundas;  el Padre hace su morada en el corazón de los discípulos que deben guardar la Palabra y vivirla.

 

Eso nos hace comprender, por qué la Pastoral Vocacional consiste ante todo en dar testimonio de esta presencia sublime de Dios en el corazón humano, aunque sea un corazón humilde como un pesebre.  La Pastoral Vocacional es una experiencia de lucha por el Reino, de sufrimientos, pero también de gozo, para decir, como Pedro y Juan lo dijeron:  “no podemos callar lo que hemos visto y oído”.

 

Por eso la Pastoral Vocacional no es una carrera que uno escoge, es una respuesta a Dios que siempre toma la iniciativa, y nos deja a veces sin comprender totalmente lo que nos pide;  en definitiva, nos deja un espacio para que avancemos en la neblina de la fe y digamos como la Virgen María:  “hágase según tu Palabra”;  o como Pedro:  “hemos trabajado toda la noche sin pescar nada, pero en tu Palabra echaré las redes”.  Como se dan cuenta, estamos lejos de una Pastoral Vocacional concebida como un hábil marketing de ofertas de empleo.

 

El segundo rasgo nos recuerda el rol indispensable del Espíritu Santo.  Jesucristo no solo llama y reta, sino que promete un Defensor, el Espíritu Santo que les enseñará todo, dice Jesús, y que les vaya recordando todo lo que les ha dicho, y se cumplió.  Oigan bien, el Espíritu Santo les enseñará y recordará todo lo que les ha dicho.  Qué bondad del Señor porque experimentamos todos con qué facilidad olvidamos las palabras del Señor cuando nos exige una superación.

 

Qué Defensor precioso, qué fortaleza al momento de responder a Dios, al momento de decidirnos, y todo eso se averiguó en el Cenáculo;  los apóstoles estaban encerrados, paralizados, desanimados, sabían intelectualmente lo que debían hacer;  pero no basta saber, hace falta sentir una pasión, una pasión que nos hace comprender y vivir que en definitiva hay más gozo que yugo, que hay más ardor que claridad intelectual.

 

Hoy no faltan tampoco los miedos, las frustraciones en el campo de la Pastoral Vocacional:  tantas noches sin pescar nada.  Hace falta en definitiva el viento de Pentecostés.  Hoy como los obispos lo pidieron en Aparecida, la Iglesia Latinoamericana necesita una sacudida, un nuevo Pentecostés.  Jesucristo no nos dijo pongan aire acondicionado en el Cenáculo, Jesús les envió un viento que los sacudió a todos.  El Espíritu Santo no vino a aguar, a diluir las exigencias del Reino, las exigencias de los consejos evangélicos;  no vino para bajar la barra de los atletas, sino para fortalecer las piernas de los atletas para que puedan brincar y saltar encima de la barra.

 

En definitiva el Espíritu Santo viene a recordar la voz de Jesús:  “sean perfectos como su Padre Celestial es perfecto”, nada menos que la santidad, y para todos los bautizados:  laicos, religiosos, sacerdotes, y no hay descuentos.

 

El tercer rasgo es la imitación de Jesucristo que nos pide Pablo en su carta a los Filipenses que hemos escuchado en la Primera Lectura.  Qué programa de vida el de Pablo: “tengan los mismos sentimientos que los de Jesucristo”, y se atreve a decir, como primer rasgo, la humildad, “que no actúen por rivalidad ni ostentación”, y hasta decir, “consideren siempre superiores a los demás”, a las demás personas, y me permito añadir, a las demás formas de vocaciones, a las demás congregaciones religiosas, a los demás movimientos y grupos apostólicos.

 

No hay vocaciones superiores a los demás.  La única vocación superior es la propia, la de cada uno cuando se vive con amor.  Cada uno tiene que responder al Señor según el don recibido.  Los dones, los servicios, los ministerios, pueden ser diferentes, pero es el mismo espíritu que los anima:  vida activa, vida contemplativa;  virginidad, vida matrimonial; vida misionera ad intra, vida misionera fuera de las fronteras; o vocación a temprana edad, o vocaciones llamadas adultas; todo viene de Dios, todo merece respeto.

 

Y San Pablo ilumina también nuestros encuentros de Pastoral Vocacional, nuestros trabajos de este preciso Congreso cuando nos dice: “manténganse concordes con un mismo amor y un mismo sentir”.  Si un día se pudo comparar la Pastoral Vocacional a un supermercado, donde cada uno promueve su carisma y vende su producto, hoy gracias a Dios, y particularmente en el Departamento de Vocaciones y Ministerios del CELAM, el DEVYM, en América Latina, gracias a Dios el DEVYM ha fortalecido el aspecto de la Pastoral de Conjunto en la Pastoral Vocacional, y de esta manera el DEVYN ha ayudado a toda la Iglesia Latinoamericana a ofrecer mejor al pueblo la vida plena de Jesucristo.

 

Hermanas y hermanos la Eucaristía es el momento por excelencia de dar gracias al Señor de haber sido llamados a este II Congreso Continental Latino de Pastoral Vocacional.  En definitiva, haber sido llamados a edificar el futuro de la Iglesia Latinoamericana en su gran parte, porque el futuro de nuestra Iglesia Latinoamericana y Caribeña está en nuestras manos, en nuestra capacidad de llevar a cabo una Pastoral Vocacional enraizada al mismo tiempo en el misterio de amor de la Santísima Trinidad, y en los surcos de la realidad social y eclesial de nuestro continente, de tal manera que al final de este Congreso nos sintamos más capaces de clamar y proclamar como Pedro:  “MAESTRO, EN TU PALABRA ECHARÉ LAS REDES”.

Amén.

PALABRAS DE BIENVENIDA DE

MONSEÑOR JOSÉ FRANCISCO ULLOA ROJAS

OBISPO DE CARTAGO

A LOS PARTICIPANTES AL II CONGRESO CONTINENTAL LATINOAMERICANO DE VOCACIONES

Cartago, 31 de enero al 06 de Febrero de 2011

 

 

Eminentísimos señores Cardenales:  Eminencia Raimundo Damasceno Assis, Arzobispo de Aparecida, Brasil, y Presidente del CELAM.

Eminencia Julio Terrazas, Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Eminencia Juan Saldoval, Arzobispo de Guadalajara, México.

Excelentísimos señores Arzobispos y obispos venidos de los diversos países del Continente Americano.

Señor Alcalde de la Ciudad de Cartago y autoridades civiles

Reverendo Padre Amedeo Cencini.

Amadísimos sacerdotes.

Estimadas religiosas.

Queridos delegados Laicos y Laicas de los diversos países del Continente Americano.

 

Un saludo muy cordial y fraterno a todos ustedes participantes en el II Congreso Continental de Vocaciones.

 

La Diócesis de Cartago se siente profundamente honrada con la presencia de tan honorables y distinguidos visitantes.

 

Esta Ciudad de Cartago que los recibe con todo afecto y con los brazos abiertos, fue fundada en el año 1563 por el español Juan Vázquez de Coronado.  Ciudad que se le conoce como la “muy noble y leal Ciudad de Cartago”, título otorgado por el Rey Felipe II de España.  Ciudad que se convirtió en la Capital de Costa Rica y centro civil de gobierno  y en el año 1824 se trasladó a la ciudad de San José, actual Capital de la Nación.

 

Pero sobre todo, ha sido el corazón de la Evangelización.  Desde aquí se irradió la fe por todo el territorio que conforma la pequeña República de Costa Rica.  Como signo de la primera parroquia dedicada a Santiago Apóstol, nos queda un imponente templo inconcluso frente a la Plaza Mayor, conocido como “Las Ruinas” que un terremoto impidió terminar.

 

También, Cartago tiene el alto honor de ser la cuna nacional de la devoción mariana, desde el 2 de agosto del año 1635.  Fue en esa memorable fecha cuando la Santísima Virgen María miró a Cartago con ojos de amor y bondad, siendo hallada la prodigiosa y amada imagen sobre una piedra por una humilde y sencilla joven indígena.  Desde entonces, veneramos la imagen de nuestra Señora de los Ángeles como Patrona Nacional, y desde su Santuario regala diariamente toda clase de favores a sus devotos.  Ella ha mostrado siempre su amor y auxilio a los hijos de esta nación.  Ella nos ha inspirado su confianza maternal y nos ha llevado de la mano en todas las vicisitudes por las que ha pasado nuestra patria.  Este amor y devoción a la Reina de los Ángeles o a nuestra querida “Negrita”, como cariñosamente la llama nuestro pueblo, ha mantenido la fe en las familias que han sabido transmitirla a lo largo de los siglos.

 

Con motivo de los 375 años que se están cumpliendo del hallazgo de nuestra amada y venerada imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, solicitamos al Santo padre nos concediera un Año Jubilar, que estamos celebrando hasta el 2 de agosto de este año.  Por este motivo, además de su participación en el Congreso, ustedes son peregrinos honorables y selectos con que se honra nuestro Santuario de acogerlos con todas las gracias que se conceden en estas ocasiones.

 

Este profundo sentido religioso ha caracterizado a Cartago como la región que ha dotado a Costa Rica de numerosas vocaciones sacerdotal y religiosas, y nos sigue prodigando.

 

Estoy seguro que este II Congreso Continental de vocaciones que estamos inaugurando es una respuesta al gran impulso misionero promovido por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida y a la Misión Continental que estamos promoviendo por mandato de la misma y que requiere de muchos discípulos misioneros:  sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que atiendan el llamado de Dios y se entreguen generosamente a la tarea urgente de la Evangelización.

 

Han venido ustedes, a una ciudad llena de historia, de fe, y amor a la Virgen María, en donde se les acoge con el corazón lleno de cariño y en donde todos los habitantes nos sentimos muy orgullosos con su presencia.  Tengo la seguridad que cada uno de ustedes que se hospeda en casas de familias cartaginesas, se sentirá como en su propia casa, y dejarán una huella de amistad y afecto.

 

Ponemos todas las actividades de este Congreso y sobre todo nuestro encuentro fraterno en manos de Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona y Madre de las vocaciones.  Ella nos anime y nos acompañe durante estos días de reflexión y de intercambio de experiencias, como estuvo presente con los discípulos en el Cenáculo.

 

Iniciemos con mucha ilusión y esperanza nuestros trabajos y digámosle al Señor como Pedro:  “Maestro, en tu Nombre echaré las redes”  (Lc 5,5).

 

Sean todos bienvenidos al II Congreso Continental de Vocaciones y siéntanse como en su casa.

 

 

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MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI           

AL  II CONGRESO CONTINENTAL
LATINOAMERICANO DE VOCACIONES                 
[CARTAGO, 31 DE ENERO-5 DE FEBRERO DE 2011]                    

 

Queridos hermanos en el Episcopado, amados presbíteros,religiosas, religiosos y fieles laicos

Próximamente se cumplirán 17 años del Primer Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones, convocado por la Santa Sede, en estrecha colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano y la Confederación Latinoamericana de Religiosos. Aquel evento significó una importante ocasión para relanzar en todo el Continente la pastoral vocacional. El presente Congreso, que os disponéis a celebrar en la ciudad de Cartago, en Costa Rica, es una iniciativa de los Obispos responsables de la pastoral vocacional de América Latina y el Caribe, con la que se pretende seguir el camino ya iniciado, en el contexto de ese gran impulso misionero promovido por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida (Documento conclusivo, 548). La gran tarea de la evangelización requiere un número cada vez mayor de personas que respondan generosamente al llamado de Dios y se entreguen de por vida a la causa del Evangelio. Una acción misionera más incisiva trae como fruto precioso, junto al fortalecimiento de la vida cristiana en general, el aumento de las vocaciones de especial consagración. De alguna manera, la abundancia de vocaciones es un signo elocuente de vitalidad eclesial, así como de la fuerte vivencia de la fe

por parte de todos los miembros del Pueblo de Dios.

 

La Iglesia, en lo más íntimo de su ser, tiene una dimensión vocacional, implícita ya en su significado etimológico: «asamblea convocada» por Dios. La vida cristiana participa también de esta misma dimensión vocacional que caracteriza a la Iglesia. En el alma de cada cristiano resuena siempre de nuevo aquel «sígueme» de Jesús a los apóstoles, que cambió para siempre sus vidas (cf. Mt 4, 19).

 

En este segundo Congreso, que tiene por lema: «Maestro, en tu Palabra echaré las redes» (Lc 5, 5), los distintos agentes de pastoral vocacional de la Iglesia en América Latina y el Caribe se han reunido con el objetivo de fortalecer la pastoral vocacional, para que los bautizados asuman su llamado de ser discípulos y misioneros de Cristo, en las circunstancias actuales de esas amadas tierras. A este respecto, el Concilio Vaticano II afirma que: «toda la comunidad cristiana tiene el deber de fomentar las vocaciones, y debe procurarlo, ante todo, con una vida plenamente cristiana» (Optatam totius, 2). La pastoral vocacional ha de estar plenamente insertada en el conjunto de la pastoral general, y con una presencia capilar en todos los ámbitos pastorales concretos (Cf. V Conferencia General, Aparecida, Documento conclusivo, 314). La experiencia nos enseña que, allí donde hay una buena planificación y una práctica constante de la pastoral vocacional, las vocaciones no faltan. Dios es generoso, e igualmente generoso debería ser el empeño pastoral vocacional en todas las Iglesias particulares.

 

Entre los muchos aspectos que se podrían considerar para el cultivo de las vocaciones, quisiera destacar la importancia del cuidado de la vida espiritual. La vocación no es fruto de ningún proyecto humano o de una hábil estrategia organizativa. En su realidad más honda, es un don de Dios, una iniciativa misteriosa e inefable del Señor, que entra en la vida de una persona cautivándola con la belleza de su amor, y suscitando consiguientemente una entrega total y definitiva a ese amor divino (cf. Jn 15, 9.16). Hay que tener siempre presente la primacía de la vida del espíritu como base de toda programación pastoral. Es necesario ofrecer a las jóvenes generaciones la posibilidad de abrir sus corazones a una realidad más grande: a Cristo, el único que puede dar sentido y plenitud a sus vidas. Necesitamos vencer nuestra autosuficiencia e ir con humildad al Señor, suplicándole que siga llamando a muchos. Pero al mismo tiempo, el fortalecimiento de nuestra vida espiritual nos ha de llevar a una identificación cada vez mayor con la voluntad de Dios, y a ofrecer un testimonio más limpio y transparente de fe, esperanza y caridad.

Ciertamente, el testimonio personal y comunitario de una vida de amistad e intimidad con Cristo, de total y gozosa entrega a Dios, ocupa un lugar de primer orden en la labor de promoción vocacional. El testimonio fiel y alegre de la propia vocación ha sido y es un medio privilegiado para despertar en tantos jóvenes el deseo de ir tras los pasos de Cristo. Y, junto a eso, la valentía de proponerles con delicadeza y respeto la posibilidad de que Dios los llame también a ellos. Con frecuencia, la vocación divina se abre paso a través de una palabra humana, o gracias a un ambiente en el que se experimenta una fe viva. Hoy, como siempre, los jóvenes «son sensibles a la llamada de Cristo que les invita a seguirle» (Discurso en la sesión inaugural de la V Conferencia General, Aparecida, 13 mayo 2007).

El mundo tiene necesidad de Dios, y por eso siempre tendrá necesidad de personas que vivan para él y que lo anuncien a los demás (cf. Carta a los seminaristas, 18 octubre 2010).

La preocupación por las vocaciones ocupa un lugar privilegiado en mi corazón y en mis oraciones. Les animo, pues, queridos hermanos y hermanas, a que se consagren con todas sus fuerzas y talentos a esta apasionante y urgente tarea, que el Señor sabrá recompensar con creces. Imploro sobre los organizadores y participantes en ese Congreso la intercesión de la Virgen María, verdadero modelo de respuesta generosa a la iniciativa de Dios, al mismo tiempo que les imparto una especial Bendición Apostólica.

Vaticano,21de Enero de 2011

P. BENEDICTO  XVI

 

MENSAJE  FINAL

Hermanas y hermanos:

“A todos los llamados por Dios, santos por vocación, gracia y paz de parte de nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (Rm 1, 7).

 

Cardenal Raymundo Damasceno Brasil- Clausura II Congreso Vocaciones

Nos apresuramos a compartirles la experiencia de fe y de comunión que, en ambiente de cercanía, de reflexión y de oración, hemos vivido estos días, inspirados en el apóstol Juan: “Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de Dios; lo que hemos visto y oído, se los anunciamos, para que también ustedes estén en comunión con nosotros” (1 Jn 1, 1.3).

 

Quienes hemos venido al II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones hemos llegado casi a la cifra de los quinientos participantes: Tres cardenales que lo presidimos,  treinta obispos, más de doscientos presbíteros, más de cien eligiosas y religiosos,  dos decenas de diáconos y seminaristas, más de veinte consagradas y consagrados seculares, y más de ciento veinte laicos. Proveníamos de todos los países de América Latina y El Caribe. Nos acompañaron  las mismas dos instituciones que con la Santa Sede organizaron el Primer Congreso Continental, el CELAM y la CLAR, pero también representantes de la Pontificia Obra para las Vocaciones Sacerdotales y del Departamento de Seminarios de la Congregación para la Educación Católica, de la OSLAM y, en esta ocasión, de la Confederación de Institutos Seculares de América Latina (CISAL), de las Iglesias hermanas de Estados Unidos y Canadá, e invitados de otros países.

 

Fuimos acogidos fraternalmente por la Conferencia Episcopal de Costa Rica y el Señor Nuncio Apostólico, y con mucha generosidad por el Pastor y los fieles  de la Iglesia Particular de Cartago y la de San José. Nos alojaron en sus hogares y con ellos compartimos el doble pan de la Palabra y de la Eucaristía en la catedral, las dos basílicas y las parroquias de la ciudad, y tuvimos una fiesta común en la explanada del Santuario…

 Así, bajo el manto protector de Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, pudimos constatar lo que afirma Aparecida: “La fe, la solidaridad y la alegría características de nuestros pueblos”  (26);  “El valor incomparable del talante mariano de nuestra religiosidad popular” (43); y que la familia es “el valor más querido por nuestros pueblos” (435). 

En este contexto hemos reafirmado con nuestros pastores que “la pastoral vocacional, que es responsabilidad de todo el pueblo de Dios, comienza en la familia y continúa en la comunidad cristiana…, plenamente integrada en el ámbito de la pastoral ordinaria, es fruto de una sólida pastoral de conjunto, en las familias, la parroquia, las escuelas católicas y las demás instituciones eclesiales” (DA 314).

 

Inspirados en el lema “Maestro, en tu Palabra echaré las redes” (Lc 5,5) y en el  tema Llamados a lanzar las redes para alcanzar vida plena en Cristo, hemos intentado fortalecer la Cultura Vocacional para que los bautizados asuman su llamado de ser discípulos misioneros de Cristo en las circunstancias actuales de América Latina y El Caribe, destacando los principales aspectos de la dinámica vocacional, examinando la conciencia-cultura vocacional de los bautizados, replanteando la vocación bautismal como eje transversal de toda la acción pastoral de la Iglesia, y elaborando pistas concretas y criterios de animación y de itinerarios vocacionales. Les compartiremos este contenido en el Documento Final que oportunamente hará llegar el CELAM.

 

Esta acontecimiento ha sido un alto en el camino porque nos ha congregado para vislumbrar el horizonte vocacional de la Iglesia latinoamericana y caribeña, después de un largo itinerario que hunde sus raíces en el Primer Congreso Continental que se celebró en Itaicí, Brasil, hace diecisiete años, y que tuvo un impulso misionero en la Conferencia General de Aparecida, por lo que ha sido también parte de la Misión Continental a la que ella nos ha convocado. Gracias a este mismo itinerario eclesial, que orientó los pre-congresos de estos dos años, hemos entrado también en la dinámica bíblica que vive la Iglesia universal a la luz del último Sínodo sobra la Palabra de Dios en su vida y misión y de la Exhortación Apostólica Verbum Domini. Por eso, acogiendo la invitación del Santo Padre a que en los grandes encuentros eclesiales “se subraye más la importancia de la  Palabra de Dios, de la escucha y de la lectura creyente y orante de la Biblia” (76), hemos desplegado sus páginas, para oír su Voz que llama, para discernir su Rostro en el Maestro que nos envía, para construir su Casa en la Iglesia donde realizamos nuestra vocación, y para recorrer sus Caminos como misioneros.

 

Benedicto XVI nos recordó en el espléndido Mensaje que dirigió al Congreso que: “La iglesia, en lo más íntimo de su ser, tiene una dimensión vocacional, implícita ya en su significado etimológico: ‘asamblea convocada’, por Dios. La vida cristiana participa también de esta misma dimensión vocacional que caracteriza a la Iglesia. En el alma de cada cristiano resuena siempre de nuevo aquel ‘sígueme’ de Jesús a los apóstoles, que cambió para siempre sus vidas (Cf. Mt 4,19)”.

 

En esta dinámica itinerante y a la luz de la palabra del Santo Padre, los invitamos a que,  tal como sucedió en la escena vocacional del evangelio que narra el lema del Congreso, renovemos nuestro ardor vocacional y misionero, y en su Palabra, echemos las redes para que se siga repitiendo el milagro de la abundancia de las vocaciones.

Agradecemos al Pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Cartago, su acogida fraterna y su generosa colaboración. Que Dios los bendiga y recompense a todos.

Que Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América, siga acompañando “nuestro viaje por el mar de  la historia” (Spe Salvi 49).

En nombre de la Presidencia del II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones,

________________________________

Card. Raymundo Damasceno Assis,
Arzobispo de Aparecida y Presidente del CELAM

 

 

 

1 comentarios:

  1. Cartago (Costa Rica), del 31 de Enero al 5 de Febrero de 2011
    “Maestro, en tu palabra echaré las redes”. Con este lema, Cartago fue durante una semana la capital de la Iglesia latinoamericana con la presencia de unos quinientos delegados desde Canadá hasta Chile y Argentina. Otros seiscientos laicos costarricenses, especialmente jóvenes, hicieron de “servidores” con una excelente logística, modelo de organización.
    Este Segundo Congreso Continental de Vocaciones fue precedido por congresos nacionales en todo el Continente y continuará con el Postcongreso por naciones y regiones. El Postcongreso para Centro América se tendrá en la diócesis de Suchitepéquez, Guatemala.
    Del Congreso Continental se espera un nuevo amanecer, como un nuevo Pentecostés en la Iglesia Latinoamericana hasta que todo cristiano sea un discípulo y misionero del Evangelio.
    Ángel Roncero, sdb.

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