LA PARRO EN MI BARRIO o EVANGELIZANDO EN LOS PARQUES DE PUEBLO LIBRE
Lima es una megápolis de diez millones de habitantes que aturde y que espanta. ¿Será posible encontrar algún respiro, un momento de paz, un trocito de cielo? Una tremenda gigantografía en el cruce de las calles San José y Torretagle parecía decirnos que "sí". "Estimados Vecinos; la Parroquia Santa María Magdalena se traslada al "Parque Rospigliosi"; Si, así es; viene a nuestro parque, donde la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa te espera a ti también, el domingo 26 de abril desde las 8.30am hasta las 2.00pm. Tendremos: Misa, Rosario, Comunidades Parroquiales, premios, música, confesiones, psicólogos, policlínico, juegos para niños, ricas viandas, y muchas cosas más, ¡TE ESPERAMOS!¡VEN CON TODA TU FAMILIA!"
Como vivo en este Parque me ofrecí a apoyarles y he quedado gratamente satisfecho. Desde las 8 de la mañana comenzó un hormigueo de personas que comenzaron a levantar carpas, colocar sillas, armar estrados con toldos, crear espacios para niños, y en 30 minutos el Parque se fue llenando de vida. Yo saqué mis bártulos –dos mesas y decenas de buenos libros católicos, sobre todo del P. Ángel Peña y algunos personales y de mi movimiento, Correo Mariano. En unión a otros miembros de movimientos eclesiales motivé el Rosario y participé en la Santa Misa con las moniciones y peticiones. Me sentí gozoso como un nuevo cirineo a quien piden ayuda para ayudar a Cristo y doy gracias. Ha sido para mí una lección de comunión de movimientos (Legión de María, EPJ, Renovación Carismática Católica, Juan XXIII,…), congregaciones religiosas, familias, fieles, aglutinados por la parroquia –comunidad de comunidades- que han celebrado su fe con alegría y dinamismo, como nuevos testigos del Resucitado. Bien organizados por comisiones, iban acogiendo a los asistentes (desde niñitos hasta ancianos y discapacitados en sillas de ruedas), cada uno con su rol, con un equipo de música y audio impecable, animados por el coro, dando espacios para que los diferentes grupos compartiesen sus carismas y actividades, salpicándolo todo con chispa de buen humor, refresco, simpatía y creando un ambiente de auténtica familia. Basta con decir que la Eucaristía centró todo el evento, acompañado de confesores, facilitado con los textos de la liturgia en el día del Buen Pastor. Gracias Parroquia de Santa María Magdalena por volcarse en mi parque, por poner tanto corazón a nuestro barrio en este domingo de sol.
Siempre uno quiere más y a mí me habría encantado de haber visto más jóvenes, se lo encomiendo a Nuestra Madre en este día de las vocaciones.
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