Populus, quí ambulabat in tenebris, vidit lucem magnam
El pueblo que caminaba en las tinieblas vio una luz grande" (Is 9, 1).
(Papa Benedicto XVI- 24.12.2012)
"Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres" (Tt 2, 11).
En esta Navidad, nuestros corazones están preocupados e inquietos por la persistencia en muchas regiones del mundo de la guerra, de tensiones sociales y de la penuria en que se encuentran muchos seres humanos. Todo buscamos una respuesta que nos tranquilice.
El texto de la Carta a Tito nos recuerda cómo el nacimiento del Hijo unigénito del Padre "trae la salvación" a todos los rincones del planeta y a cada momento de la historia. Nace para todo hombre y mujer el Niño llamado "Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz" (Is 9, 5). Él tiene la respuesta que puede disipar nuestros miedos y dar nuevo vigor a nuestras esperanzas.
Sí, en esta noche evocadora de recuerdos santos, se hace más firme nuestra confianza en el poder redentor de la Palabra hecha carne. Cuando parecen prevalecer las tinieblas y el mal, Cristo nos repite: ¡no temáis! Con su venida al mundo, Él ha derrotado el poder del mal, nos ha liberado de la esclavitud de la muerte y nos ha readmitido al convite de la vida.
Nos toca a nosotros recurrir a la fuerza de su amor victorioso, haciendo nuestra su lógica de servicio y humildad. Cada uno de nosotros está llamado a vencer con Él "el misterio de la iniquidad", haciéndose testigo de la solidaridad y constructor de la paz. Vayamos, pues, a la gruta de Belén para encontrarlo, pero también para encontrar, en Él, a todos los niños del mundo, a todo hermano lacerado en el cuerpo u oprimido en el espíritu.
Que nuestra VIDA CONSAGRADA sea fuertemente renovada
en estos dias SANTOS, unidas a cada miembro consagrado.
Lucy, María Cecilia, Adalia, María Cristina, Mirna
CONSEJO EJECUTIVO - C I S A L
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