viernes, 27 de agosto de 2010

UNIDAD

Les comparto una preciosa reflexión de un militante de Santa María, Felipe Pari Flores, ingeniero de sistemas, acerca de la unidad de la humanidad, algo que toca el corazón de los institutos seculares.
 
Hace poco terminó el Mundial de Futbol, algo que me llama la atención respecto a este evento, es la cantidad de seguidores que tiene, el concepto de la barra, de la hinchada, que sigue a su equipo, que se siente parte de él y que con él sufre las derrotas o goza de las victorias. Lo mismo ocurre con todos los deportes se podría decir, y siempre tiene el mismo efecto sobre la gente, el sentimiento de sentirse representado por el luchador, pero ello no termina ahí, la hinchada no solo se une o vincula con el equipo o deportista representante, sino que también se une con el resto de los seguidores, pues se ve cómo durante el juego los hinchas se unen para corear los cánticos, cuando se anota, celebran juntos, cuando le anotan, se lamentan juntos, etc. Es como si todos formaran parte de una sola cosa.

Esto en realidad refleja una realidad social, en mayor o menor escala. Las personas, dentro de diferentes círculos viven en comunión con otras personas, quieran o no, las acciones que realiza cada persona tienen alguna consecuencia sobre el resto de personas con las que conviven. Estos círculos pueden ser el de la familia, el de las oficinas o el trabajo, el de las personas en una combi, el de un club, el del barrio, el de una ciudad, el de un país o incluso el del mundo. Es decir, todas las personas que conforman la humanidad se deben en cierta forma unas a otras, tienen alguna clase de vínculo con el resto. Esto es innegable, el primer vínculo que formamos, antes de nacer incluso, es con nuestras madres, y desde ahí pasamos nuestra vida vinculándonos con otras personas. Incluso por más que alguien se convierta en un ermitaño, aún su ausencia en el mundo significa algo para el resto.

Ahora profundizando un poco más en la idea, imaginemos que este vínculo puede superar el tiempo, es decir las acciones de las personas que existieron antes de nosotros, también han tenido algún efecto sobre nosotros, en mayor o menor medida, y así mismo, nosotros, con nuestras acciones actuales de alguna manera estamos definiendo el futuro de las personas que existirán, entonces está claro que esta vinculación sobrepasa el tiempo.

Como resultado de esta reflexión hasta ahora podríamos pensarnos como parte de una gran unidad, de un gran equipo o de un gran cuerpo si se puede decir, donde todos somos una partecita de él, donde no importa el tiempo ni el lugar en que existimos, este cuerpo es la unidad de la humanidad de la cual deberíamos ser consientes al vivir nuestra vida, el saberse parte de algo muy grande dentro del cual tenemos algún rol que cumplir para que este cuerpo funcione correctamente. Esta vinculación supera razas, edades, ideas, idiomas, culturas, religiones, filosofías, lugares, es una alianza única de la cual solo los humanos podemos tener conciencia.

Un ejemplo simple, yo soy ingeniero informático, uno de los miles o millones de ingenieros informáticos que existieron, existen o existirán en el mundo, pero si yo, desarrollo un programa que permita realizar la contabilidad a una empresa pequeña y el software esta bien hecho entonces es posible que esta empresita pueda funcionar bien y pueda prosperar, lo cual se reflejara en ganancias para que pueda progresar, bienestar para sus empleados y sus respectivas familias, los niños de estos podrán tener educación y se convertirán en otros hombres o mujeres que formaran parte de esta sociedad. Así cada acción tiene un efecto sobre la sociedad, desde el más pequeño y aparentemente insignificante al más extraordinario. La consecuencias o efectos de estas acciones son simplemente insondables.

Hasta el momento creo que la idea va clara, pero hagamos un pequeño ejercicio para darnos cuenta lo que quiero decir con esto de la unidad de la humanidad, lee el siguiente párrafo y luego medítalo con los ojos cerrados por unos minutos:

Piénsate primero solo, completamente, en una pradera verde, muy grande, inmensa, en la cual no ves límites. Ahora piensa en alguien que conozcas, seguramente va ser la persona que más quieras o frecuentas actualmente, ahora piensa en otra persona y tómalas a ambas de la mano, así te queda uno a cada lado. Ahora imagínate que las dos personas que tienes tomadas piensan en otras dos personas que frecuenten o estén muy cerca de ellos, considerando que no pueden ser ninguna de las personas que tu elegiste primero, entonces veras como la cadena de personas que se van tomando de la mano contigo ira creciendo y creciendo, seguramente en algún punto si pensaste en tu familia, podría pensarse que el fin de la cadena seria cuando se acaben los miembros de tu familia, bueno probablemente alguno de ellos piense en alguien que no es de tu familia entonces iras viendo como esta cadena crece aún más. Un detalle más, el tiempo no es importante, es decir tus abuelos se pueden tomar la mano con sus padres y estos con sus padres, a pesar de que ya hayan fallecido, e incluso si tú piensas tener hijos puedes tomarte de la mano con tus futuros hijos, y ellos con sus hijos, etc. Piénsalo unos minutos.

Verás que esa cadena de personas es como tu equipo, la gran hinchada de la cual formas parte, tu unidad, que en realidad es la unidad de la humanidad completa, es tu cadena de personas en la cual encontrarás gente de todos los tiempos y lugares, porque en algún momento alguien de tu cadena traspasará las fronteras de tu ciudad, país y continente y así estarán todos unidos, tomados de la mano.

Hasta aquí se puede tomar esta reflexión como una observación social simplemente, pero profundicemos poco más todavía. Si hemos llegado hasta este punto, pensando en que esta vinculación de la humanidad traspasa el tiempo y el espacio, entonces me parece que como el ser humano está compuesto de materia y espíritu, tal vez esta idea tiene más sentido en el plano espiritual, ya que este al no estar atado a la materia puede subsistir a través del tiempo, entonces podemos pensar que en ese plano esta cadena si puede existir como tal. Una humanidad unida por el espíritu, todos como parte de un solo cuerpo, haciéndolo funcionar para tomar pasos, con errores y aciertos que afectan a cada elemento de esta unidad.
Ahora, pensando en este cuerpo de la humanidad, y viendo tantos errores que ha cometido en su historia, muchos pensaran: "¡Qué cuerpo enfermo debe ser!", pues cuantos males se han generado por la humanidad: guerras, genocidios, accidentes o enfermedades causadas por inventos humanos, etc. Miles de acciones negativas que obviamente tuvieron su correspondiente efecto sobre otras personas. Y esos son ejemplos extremos, pero yendo a lo cotidiano, ¿qué efecto tan irreparable puede tener cuando alguien habla mal de otra persona? O cuando alguna no brinda algún tipo de ayuda a otra, pudiéndolo hacerlo, en forma económica o simplemente con una palabra o gesto de apoyo, no lo hace y peor aún hace lo contrario y trata de hundirla más. Eso muy destructivo también. Entonces como podemos pensar en un cuerpo saludable donde tantas partes que lo forman están que parece que se quieren destruir unos a otros. De esto se puede inferir fácilmente que la peor desgracia que puede sufrir la humanidad es la separación, la división de los miembros del equipo, la paradoja completa, la lucha entre los integrantes de la misma hinchada, es el inicio de su propia derrota, del suicidio colectivo.

Para hacer más gráfico esto, imagínate la cadena de personas que formaste hace unos minutos mentalmente, y piensa en lo anterior, puedes ver como algunos se están peleando, a pesar de estar tomados de la mano, otros están enfermos o tristes tirados en el suelo unidos de la mano de otra persona la cual simplemente voltea la cara para no verla, otros están como locos hablando solos o con las piedras en vez de hacerlo con el que está al costado, algunos están haciéndose daño a sí mismo y otros quieren separarse pero no pueden y no se dan cuenta que todos forman parte de una sola cosa, y encima de todo, comienza una lluvia torrencial y soplan fuertes vientos y el ánimo de todos se pone aún peor, es un caos. Puede resultar un poco dolorosa ver esa escena especialmente si vez gente conocida o querida por ti en estas circunstancias. Y tú tratas de hablarles, tratas de poner orden, tratas de decirles que cooperen para pasar el temporal, pero no puedes, tal vez logras que algunos vuelvan a la armonía pero la mayoría sigue igual, entonces piensas que necesitas algún tipo de ayuda.

Bueno si volvemos a pensar en el plano espiritual, esto tiene solución.

La solución se fundamenta en otra idea, que la mayoría considera como cierta, es que Dios existe (prometo en el próximo blog, escribir las razones sustentadas de porque creo que existe), entonces si existe y siendo Él el creador de este cuerpo de la humanidad, algo tenia que hacer para tratar de repararlo, porque al darnos el libre albedrío para decidir lo que queramos, terminamos haciendo muchas cosas incorrectas, así que por amor, decide ayudarnos.

Volvamos al plano de la imaginación, observemos a Dios Padre que ve que su creación se está destruyendo, decide hacer algo, como él es Dios, no es humano, sabe que la única forma de salvar a la humanidad es hacerse humano, entonces decide hacerlo, se encarna, ojo, no crea a su Hijo, porque sino el Hijo no sería Dios, sería creatura, y debe ser Dios para salvar la humanidad, así que sin dejar de ser Dios se hace humano. Así encaja en esta unidad de la humanidad, se convierte en parte de este cuerpo, imagínense esa idea, volvamos a la cadena de personas que formaron hace unos minutos y piensen que en algún momento, alguien de su cadena, atravesando el tiempo y el espacio llegue a tomar las manos de Jesús mismo, el Hijo de Dios, y él todo luminoso y poderosos como es, viendo que nuestra cadena de personas esta cayéndose o se quieren separar, aprieta fuertemente las manos de las personas que tiene al costado, contagiando un ánimo y amor impresionantes, lo cual hace que estas aprieten fuerte las manos de quien tienen al lado y este efecto se propaga sobre toda la cadena, es como un halo de luz que cae sobre todos ellos (el Espíritu Santo), y hace que los enfermos sanen, que los tristes se alegren, que el indiferente mire al de al lado y le sonría, que el loco recupere la cordura y que los que quieren separarse, estén ahora más unidos que nunca.

Y luego, frente al mal clima, Jesús da un paso, y luego otro paso, y otro mas y todos despiertan de su confusión y comienzan a andar con él, los que están echados se levantan y comienzan a sonreír y a reír y a ser felices bajo la lluvia, ya no tienen miedo, ya no están solos, y ahora están cantando a coro una sola canción, son un equipo nuevamente, todos los hombres y mujeres que existen, existieron y existirán unidos como uno solo, un solo cuerpo, donde Jesús esta al centro y es la cabeza de todos, enfrentando con nosotros los embates de la lluvia y la tormenta que cae sobre todos, animándonos a caminar, porque Él, no solo es otro hombre, es también Dios, el Dios amor, y cómo nos ama con un amor de locura nunca nos soltará de la mano, y nunca se desanimará de nosotros, él nos acompañará en las noches oscuras, en los días fríos, en la enfermedad, en la pena y la desgracia y también estará con nosotros en la alegría, en los días soleados, regalándonos siempre su compañía "en espíritu y en verdad", hasta el día en que lo veamos personalmente y finalmente podamos abrazarle y decirle, gracias.

Cuando pienso en estas ideas siento una emoción muy grande y las palabras que el sacerdote dice en la consagración de la Eucaristía tienen aún más sentido, puedo sentir en el corazón una paz y alegría sobrecogedoras, y puedo entender y experimentar aquel vinculo de hermandad que nos une a nosotros y a nuestro Señor, y me parece escuchar a todos los hombres y mujeres de la humanidad repitiendo a través del tiempo y el espacio las siguientes palabras, a una sola voz: "POR CRISTO, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén".


Felipe Pari dijo...

Este me costo un poco sacarlo, tenia la idea hace tiempo, pero al fin gracias a Dios pude concretarlo, siempre pense en esa relacion que guardamos el uno con el otro, pensaba en como uno forma parte del mundo y en como esta relacion puede trascender en el tiempo. En una Eucaristia lo entendi, todos estamos unidos por el Amor. Espero sus comentarios.

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