- Proclamamos el gozo de nuestra pertenencia a la vida consagrada secular y nos esforzamos mediante una formación integral y cualificada, necesaria para vivir con plenitud nuestra vocación en cultivarla y potenciarla.
- Agradecemos al Señor nuestra participación en este X Congreso que tantos dones nos ha concedido, sobre todo el de la comunión de 200 participantes (en representación de los 5000 miembros en la Región), 80 institutos y 20 países.
- Acordes con el lema “El desafío misionero de los II Seculares” respondemos con nuestra propuesta de crear y formar nuevos hombres y mujeres que construyen en el continente una nueva sociedad justa y solidaria, según el corazón de Dios.
- Nos urge la necesidad de planificar el integrar la vida profesional con una espiritualidad cristiana que estimula actitudes de responsabilidad entre los hombres para la sociedad y para una vivir una fe profunda para poder ser “sal” y “levadura” de la Iglesia en medio de las realidades urbanas, rurales y en los ámbitos más necesitados de la cultura, técnica, política, en los que ejercerán su liderazgo.
- Somos conscientes de ser una realidad joven (algo más de 50 años) en la Iglesia bimilenaria, pero suscitada por el Espíritu como signo de nuestro tiempo y con una identidad bien definida (consagración, secularidad, apostolado).
- De la fidelidad creativa al carisma de los fundadores cumplirán la finalidad de su constitución para ser laboratorio de diálogo con el mundo y contribuir así en forma permanente para la transformación del mundo desde el mundo, de acuerdo con el Espíritu del Evangelio".
- Los IISS abren para la juventud de América Latina nuevos horizontes de construir el Reino de Dios en medio de la nueva realidad globalizada que exige la cooperación de los diferentes Institutos en forma más dinámica para el crecimiento de los mismos
- El ejemplo de los santos, particularmente el de Santa Rosa y Santo Toribio, nos estimula a ser discípulos y misioneros como hemos visto en algunos de nuestros miembros que ya han llegado a la gloria y que tomaron muy en serio el mensaje del Papa con motivo de los 60 años de los IISS: Sed semilla de santidad arrojada a manos llenas en los surcos de la historia.
- Frente a la pobre realidad de los valores se insta a obrar y crear oportunidades para fomentar y alentar sus vocaciones. Necesidad de fortalecer la promoción de vocaciones a la vida consagrada secular, afectada por la crisis de identidad de los jóvenes, y que se refleja en el decrecimiento de no pocos Institutos a la vez que se reconoce el crecimiento de otros
- Clausurar no es enterrar sino resucitar a una nueva vida: estrechar lazos, mayor participación, mejorar la comunicación, y que se concreta en ayudar a formar nuevas federaciones en países que todavía no existen y fortalecer las recientes. La CISAL mantendrá una comunicación permanente de comunión y diakonía.
- Todos los consagrados seculares y con mayor responsabilidad los que hemos participado, sin excepción, estamos llamados a la unidad con nuestras Juntas, Conferencia y Federaciones a ser instrumentos de fortalecimiento, motivación en lazos de comunicación, fraternidad y de ayuda entre los diferentes Institutos Seculares de América Latina y el Caribe. Debemos crear así una poderosa red entre todos para proyectarnos con mayor fuerza al servicio de la Iglesia y del mundo.
- Santa María, en la advocación de Nuestra Señora de la Evangelización que ha presidido nuestro congreso y la Virgen de Guadalupe, patrona de América, acompaña y guía a esta nueva generación de laicos en su ruta misionera del tercer milenio, en constante compromiso con nuestras realidades seculares.
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