Santiago, Agosto de 2014
Estimados Hermanos, Estimadas Hermanas,
Les agradezco los muchos saludos que he recibido por el nombramiento de Presidenta de la CISAL. Uno de ellos me ha quedado dando vuelta y me ha hecho reflexionar:
1. "Para qué estamos asociados…?.
2. "La Federación se ha convertido en una manera de suplir la falta de espacios de formación que tienen los Institutos pequeños. Para nosotros la Federación empieza a ser "una actividad más….".
Me imagino que estas opiniones las vamos a encontrar a menudo. Por eso me parece que cuando haya que iniciar nuevas comunidades es necesario dejar en claro el objetivo, el motivo y la razón por la que la que nos asociamos como Federacion y nos ayudamos a elaborar una hoja de ruta para JUNTOS hacer frente a los desafíos del mundo actual que son muy complejos"
¿Qué hubiese pasado en la Iglesia naciente si luego de la Resurrección los apóstoles cada uno hubieran partido por su lado y no hubiesen estado juntos para Pentecostés?
¿Cuál hubiese sido el resultado si unos fuesen de Pablo, otros de Pedro, otros de Tomas, etc.?
También tenemos la experiencia de los primeros cristianos, que juntos formaron un cuerpo para enfrentar las dificultades y aprender a vivir el Evangelio. Así conformaron la Iglesia que hoy tenemos.
Es verdad que hay Institutos que tienen más tiempo de vida, más experiencia, mejor formación y con muchos miembros, otros están con muy pocos miembros y no tienen la infraestructura de antaño. La invitación es a tratar de ayudarnos unos a otros, a ser una buena familia que comparte lo hermoso y lo difícil.
¿Qué hemos hecho de la caridad de la que hablamos muy frecuentemente? Es solo una bonita palabra que usamos muchas veces en nuestro vocabulario, pero en lo cotidiano nos cuesta hacerla vida?
Hoy la Iglesia vive un momento particularmente difícil, estamos viviendo un cambio de época y de mentalidad. El Papa Francisco nos invita a volver al Evangelio, a ser testigos de novedad de vida. Los IISS tenemos que responder a estos desafíos, pero solos y solas no podemos hacerlo, tenemos que ayudarnos y potenciarnos, compartir generosamente nuestro estilo de vida y la buena noticia que tenemos que dar al mundo.
Tenemos tanto en común: la CONSAGRACION y la TAREA de ser testigos y constructores del Reino. Nuestra vocación es servir generosamente a los demás en lo que ellos necesitan con el estilo de Jesús.
Es la buena noticia que tenemos que dar al mundo, y juntos tenemos que buscar cómo darla a conocer. No bastan las palabras, tenemos que hacerlo a través de nuestro testimonio, "hacer y vivir la alegría de nuestra opción por Jesús"
Esto es lo que ven los jóvenes y lo entienden,…
Busquemos juntos los medios de hacernos visibles al mundo de hoy, TODOS TENEMOS mucho QUE APORTAR, porque nadie lo sabe todo, ni nadie es tan pobre que no pueda entregar algo, su propia experiencia…
Preguntémonos:
¿Qué aporto yo?,
¿Cómo vivimos el desafío de ser testigos de Jesús hoy en la vida familiar, laboral, eclesial?
¿Vivo con humildad mi servicio al mundo?,¿Necesito de los demás para aprender a vivir?
Que el Señor nos dé la alegría y la gracia de sentirnos parte de un TODO, el Señor nos creó y nos llamó en comunidad, aportemos nuestro granito… a muchos le puede servir.
Con afecto,
Juany Monsalve
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